Pequeños cambios. Vamos entendiendo el por qué.

    Hace poco que he retomado este blog. Y no sabía o no entendía mucho por qué tenía ese título, aunnque creo que ya lo expliqué en una entrada pasada. Sin embargo, he escrito muy poco, siempre hay cambios y  los cambios son para mejorar. Si uno no se adapta al cambio, se corre el riesgo de perecer. Y aunque en este blog no hay mucho movimiento, esperemos que los cambios hagan efecto y nos traigan nuevas vistas, nuevos seguidores, quizá nuevas búsquedas. Todo está en seguir con algún tipo de rutina, ajustarse a ella y seguir caminando en estos senderos de párrafos y enunciados, y por qué no, tal vez llamar la atención y hacerse de un nombre. Todo es posible, pero veamos qué ocurre dentro de poco.

    Todo lo que aquí se escribe no tiene mucho sentido, no va dirigido a nadie en específico, no se habla de política, religión o algún tema que pudiera resultar ofensivo para ciertas personas, solo las ideas de este humilde servidor. De alguna manera tengo que explotar la facilidad que tengo para redactar, aunque sean tonterías. Si se puede, con esto, sacar una que otra sonrisa, burla, halago o cualquier cosa que ayude a saber que esto se está leyendo. Bueno, no es mucho, ya se cambió el título, ya se explicó el por qué, ahora queda echarse a dormir.